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Procesos del reciclaje del acero y ventajas

El acero es un material muy versátil, imprescindible en la industria del automóvil y de la construcción, así como para la fabricación de maquinaria de todo tipo. Desde plataformas petroleras a utensilios de cocina o sanitarios, el acero va unido a la innovación y a la calidad de vida. En 2021 se produjeron casi 2 toneladas de acero a nivel mundial, con China como país productor de la mitad, según datos de Worldsteel. El sector genera más de seis millones de empleos directos en todo el mundo y casi 50 indirectos.

Con estas cifras, no hay duda de que el impacto ambiental del sector del acero sería mucho más alto si el reciclaje y la reutilización de la chatarra de metal no estuviera a la orden del día desde hace décadas. Aunque las emisiones de CO2 por tonelada de acero producido han descendido un 75% en los últimos 50 años en España, según Unesid, el reto de la neutralidad de carbono para 2050 debe ir de la mano de procesos de reciclaje, con la vista puesta en la implantación de un modelo circular. 

El acero, uno de los materiales más reciclados

El acero es 100% reciclable, por lo que tras el proceso de reciclado se consigue un material de la misma calidad y prestaciones que el original, en un ciclo que se puede repetir sinfín. Además, reciclar acero es sencillo, en especial en el caso de los aceros magnéticos y los que contienen carbono. Los aceros inoxidables son más complicados de reutilizar, y son muy usados en construcción, como son los aceros 304 y 316. Pero los aceros inoxidables ferríticos y martensíticos, por sus buenas propiedades magnéticas y su uso para aplicaciones a medio plazo, como electrodomésticos, son un tipo de acero muy reciclado.

Por eso, si a día de hoy se sigue fabricando acero es porque no hay suficiente acero reciclado para cubrir la demanda de productos. Además, muchos de ellos tienen una larga vida útil (como los vehículos o las edificaciones), lo que dificulta poner en circulación más material para reciclar.

El proceso de reciclado del acero

Por su alto valor y su reciclabilidad, el acero no se envía a centros de reciclado, como sucede con otros materiales, si no que se vende a un depósito de chatarra en donde se adquieren desechos de acero de tres tipos según su origen:

  • La chatarra obsoleta. La conforman elementos de infraestructuras y productos que han llegado al final su vida útil. Es decir, automóviles, muebles, electrodomésticos, vigas, etc., de los que se extrae el acero.
  • La chatarra industrial o inmediata. Son los residuos resultantes de la actividad en plantas de fabricación de productos como electrodomésticos o automóviles, además de en centros de mecanizado. Los adquieren en subasta compradores de chatarra profesionales.
  • La chatarra doméstica. Son desechos producidos en acerías, que se suelen devolver al horno directamente.

Tras la recogida, sea cual sea la forma, la chatarra se clasifica y se envía a acerías o fundiciones. Allí se funde de nuevo, se purifica eliminando restos y contaminantes y se le da forma de láminas. De este modo se puede volver a vender para su uso como materia prima, que será especialmente empleada en el sector de la construcción y del transporte.

En resumen, se siguen 5 pasos para reciclar acero:

  1. Clasificación, según el tipo de acero.
  2. Embalaje, para compactar el material y así facilitar su transporte.
  3. Cizallamiento con maquinaria hidráulica, para cortar el acero en piezas pequeñas.
  4. Separación de los metales ferrosos de los que no lo son, gracias al magnetismo y a la aplicación de aire a alta presión.
  5. Fusión en un horno del material obtenido anteriormente. En este momento se elige también el nivel de pureza que tendrá según cuáles vayan a ser sus aplicaciones.

Las ventajas de reciclar acero

Las empresas tienen en el reciclaje del acero una oportunidad de integrar proceso circulares en su modelo de negocio, con el consiguiente ahorro económico y energético, aumento de la rendimiento (no hay desperdicios) y facilidad para cumplir con la normativa ambiental. Es sin duda una actuación clave para que el sector siderúrgico e industrial logren ser neutros en carbono.
 

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Proceso reciclaje acero